La estrategia de Atención Primaria de Salud (APS) se ha ido fortaleciendo en diversos países del mundo desde hace más de cuarenta años, para entender los procesos de vivir, enfermar y sanar, y para cuidar la salud individual y colectiva. En los países con mayor desarrollo de la APS, la población recibe atenciones de salud con los siguientes atributos: resuelven casi todos sus problemas de salud cerca de donde vive (primer contacto e integralidad), es atendida por el mismo médico a lo largo de muchos años y se ha establecido una relación de conocimiento y confianza mutua (longitudinalidad), y percibe una atención continua y coordinada cuanto necesita que sus problemas de salud más complejos sean atendidos en otros servicios. Estos países han fortalecido sus sistemas de salud con médicos de familia y comunidad, quienes desarrollan el valioso rol de médico de cabecera para su población asignada o cupo.
Los médicos de familia y comunidad como médicos de cabecera atienden a una misma población, definida y asignada para muchos años y, para poder obtener resultados en la salud de esta población, utilizan diversas estrategias:
- Cuidan la salud de la persona desde que la conocen y a lo largo de su vida, más allá de atender sus episodios de enfermedad.
- Atienden también la salud familiar, porque las personas vivimos en familias, y porque cada realidad familiar influye en el cuidado de la salud y en el abordaje de la enfermedad.
- Para entender y abordar los procesos de enfermedad, salud y desarrollo de la comunidad, trabajan con otros sectores, con profesores, con alcaldes, líderes comunales y con la misma población.
En el Perú se está implementando un nuevo modelo de organización basado en la APS, las Redes Integradas de salud (RIS), que gestiona la resolutividad del 80% de las necesidades de salud de la población asignada cerca de donde viven, en el primer nivel de atención. También en el Perú se está implementando un nuevo modelo de atención, el del Cuidado integral de salud por curso de vida para la persona, familia y comunidad (MCI). Ambos modelos, RIS y MCI, requieren de un médico resolutivo y competente en el enfoque centrado en la persona y en la salud familiar y comunitaria.
Sabemos que tanto las RIS como el MCI son un reto para el sistema de salud peruano, y si algo es un reto es porque aún no se hace. Nuestras propias familias, la comunidad en la que vivimos y la sociedad en la que ejercemos necesitan médicos de cabecera. El sistema de salud peruano tiene muchas carencias, pero la principal es que no oferta una medicina de cabecera. Las plazas asistenciales o administrativas o de gestión del médico (general o especializado) están enfocadas en resolver problemas de salud de las personas con enfoque biomédico, sin aplicar el enfoque centrado en la persona y dando un mínimo énfasis, sino ignorando, a la salud familiar y a la comunitaria.
La Sociedad Peruana de Medicina Familiar y comunitaria está comprometida con empoderar al médico de familia y comunidad como el médico de cabecera que necesita el Perú para concretar la RIS y el MCI.
Desde aquí hago un llamado a todos los médicos de familia y comunidad peruanos, para contribuir a fortalecer UNA IDENTIDAD para nuestra especialidad, como médicos de cabecera. ¿Quién mejor que nosotros para ejercer ese rol?